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  • Nota Original: Radio Angulo Por: Israel Manuel Fagundo Pino

Ama y permite que te amen para que el amor siga existiendo

El Día de los Enamorados se celebra en Cuba y en otros países cada 14 de febrero. Es tradición que en esta fecha las parejas se entreguen obsequios y flores. También se le llama Día de San Valentín, y algunos lo denominan Día del Amor y la Amistad. Creo saludable mantener la celebración circunscrita al amor de pareja por la importancia que merece este sentimiento en esa relación.

Esto de circunscribir tal celebración al amor de pareja podría causar polémicas. Los que no comparten esta idea argumentarán con razones semánticas y etimológicas; explicarán sobre el significado de la palabra amor, también expondrán acerca del origen de la palabra amistad.

Pero todo está claro. En el año 270 D.C., Claudio II, Emperador de Roma, prohibió el matrimonio por considerarlo incompatible con la carrera de las armas. Valentín, quien era un sacerdote católico, consideró indigno este decreto; convencido de que el pueblo debía ser libre para amar a Dios y contraer matrimonio pidió a las parejas jóvenes que fuesen a él. Estas lo hacían, y él las casaba en secreto, por lo que fue ejecutado el 14 de febrero del año 270, cerca de una puerta que más tarde fuera nombrada Puerta de San Valentín para honrar su memoria. Se cree que este sacerdote está sepultado en la Via Flaminia, a las afueras de Roma.

Así, ante tan significativa y afectiva conmemoración, pienso que no resultaría banal que ocupemos tiempo para meditar sobre el amor en este siglo, en que tan necesitados estamos los humanos de sentimientos positivos que nos ayuden en medio de dificultades y carencias, tanto materiales como espirituales.

No pocas veces he escuchado que el amor va en decadencia, que hoy día el verdadero amor sólo se ve en películas y telenovelas. Muchas canciones hablan de amor y desamor. Así comienza una del cantautor Ricardo Arjona: “Se nos muere el amor, tiene fiebre de frío, se nos calló de la cama cuando lo empujó el hastío, está enfermo de muerte, el mismo que era tan fuerte, tiene anemia de besos, tiene cáncer de olvido y por si fuera poco, tiene ganas de morir”.

Ya casi al final de la canción, el propio Arjona busca sus posibles “culpas” y pregunta: “Si todo era tan bello, dime amor qué nos pasa, hoy ya no somos ni amigos, no cabemos en casa. Ay, amor tan ingrato, quítame sólo una duda: si eres tú el que te mueres o soy yo el que te mato”.

¿Alguna vez te has preguntado qué es el amor? Hasta fecha reciente este tema estaba más en las mentes de escritores, poetas y filósofos que en las de psicólogos y sociólogos. Los sexólogos Masters y Johnson, consideran que cuando hablamos de amor entre dos personas quizá la definición más simple sea la de Heinlein en el libro Stranger in a strange land: “El amor es esa disposición del ánimo en que la dicha de otro ser resulta esencial para la propia felicidad”.

En una de sus canciones Juanes expresa ideas que se corresponden con la definición de Heinlein: “Para tu amor lo tengo todo, desde mi sangre hasta la esencia de mi ser, y para tu amor, que es mi tesoro, tengo mi vida toda entera a tus pies (. ) Para tu amor no hay despedidas, para tu amor yo solo tengo eternidad, y para tu amor que me ilumina, tengo una luna, un arcoíris y un clavel”.

La Enciclopedia de la Psicología, de la Editorial Océano, España, define al amor como el conjunto de sentimientos, pasiones, y estado de ánimo que se distingue por la atracción y dependencia que se produce entre dos o más personas. Se considera que un amor es estable cuando se mantiene un equilibrio equitativo entre lo que se da y lo que se recibe, el intercambio de conductas entre la pareja sea primordialmente positivo, y que lo positivo que cada uno da al otro se adapte a sus gustos y necesidades personales.

El amor es un concepto universal relativo a la afinidad entre personas, definido de diversas formas según diferentes ideologías y puntos de vista: científico, filosófico, religioso, artístico. Habitualmente se interpreta como un sentimiento relacionado con el afecto y el apego, resultante y productor de una serie de emociones, experiencias y actitudes.

Las emociones asociadas al amor pueden ser extremadamente poderosas. El amor en sus diversas formas actúa como importante facilitador de las relaciones interpersonales y, debido a su importancia psicológica central, es uno de los temas más frecuentes en artes como el cine, la literatura o la música.

De la música cito esta vez un fragmento del texto de otra composición que enaltece al más universal de los sentimientos: “Por amor se han creado los hombres en la faz de la tierra, por amor a quien haya querido regalar una estrella. Por amor fue una vez al calvario con una cruz a cuesta, aquel que también por amor, entregó el alma entera. (. ). Por amor ha existido en el mundo siempre tanta belleza, y el color de la naturaleza se pintó por amor. Por amor soy de ti y seré toda la vida, mientras viva. ”

El amor reconoce distintas expresiones y formas, de acuerdo con la relación y situación en que se manifieste. Como ya dije, me estoy refiriendo al amor desde la perspectiva de pareja (él y ella, él y él, ella y ella). En pleno siglo XXI, en cualquiera de estas combinaciones de los pronombres personales, está validado el concepto de pareja, y por extensión el de familia.

Amor es unión, encuentro, elección. Con su presencia nos reconocemos como personas existentes para otros. Después de una relación amorosa somos más que antes. E. Lecrerc, escribió: “Cuando una persona se siente amada, ya no es la misma. Y cuando se siente divinamente amada, está salvada.”

Cultiva el amor auténtico, ese del que habla La Biblia en 1ra. de Corintios 13, ese al que se refiere la canción de Maná que dice: “El verdadero amor perdona, no abandona, no se quiebra, no ambiciona, no revienta como pompas de jabón”. El se sostiene frente a frustraciones y crisis, y puede reparar dolores a los que nos expone nuestra condición de humanos. La premisa para que el amor siga existiendo es amar y ser amado. Abre las puertas al amor, ama y permite que te amen; así está implícito en este texto de Amado Nervo:

Adolescente, joven, viejo: siempre que haya un hueco en tu vida, llénalo de amor. En cuanto sepas que tienes delante de ti un tiempo baldío, ve a buscar amor.

No pienses: sufriré. No pienses: me engañarán. No pienses: dudaré. Ve simplemente, diáfanamente, regocijadamente, en busca de amor. ¿Qué índole de amor? No importa. Todo amor está lleno de excelencia y de nobleza.

Ama como puedas, ama a quien puedas, ama todo lo que puedas; pero ama siempre. No te preocupes de la finalidad del amor, él lleva en sí mismo su finalidad. No te juzgues incompleto porque no responden a tus ternuras, el amor lleva en sí su propia plenitud.

¡Siempre que haya un hueco en tu vida, llénalo de amor!